Así de bien se lo pasó el pequeño Carlos en su sesión de Otoño, no dejaba de jugar con las hojas, estaba alucinando y su cara lo dice todo.
Ahora más que nunca tenemos que valorar los recuerdos y estos tan especiales no deben perderse en el tiempo.
¿Cómo de bonitas son nuestras sesiones de otoño?