Inma y Bea son pura conexión, entre ellas y con el mundo.
Cuando vinieron a contratar mis servicios faltaban más de dos años para su boda y os juro que desde ese día, estuve deseando que llegase su boda.
Desprendían amor, del puro y felicidad a raudales.
Desde el primero momento se dejaron aconsejar y se pusieron en mis manos , así no pueden salir más que cosas buenas.
Os dejo con su preciosa Post Boda en pleno desierto.